Purple Bitch es una actriz porno amateur nacida en 1995. En su descripción nos cuenta que estudio peluquería, pero su vicio ganó. Le encanta exhibirse, que los hombres sueñen y derramen con su trabajo. Profesional como pocas, a diferencia de la mayoría de amateurs, ya prácticamente parece una pornstar, la línea entre el porno industrial y el hecho en casa es cada vez es más delgada.
Fusionando porno amateur y profesional
A estas alturas cabe preguntarnos, que diferencias existen entre ambos géneros. En cierto sentido, Pornhub ofrece el servicio de las productoras clásicas, ofrece a las chicas una plataforma con millones de usuarios a cambio de una jugosa tajada, sin poner los escenarios, las cámaras o las maquilladoras; todos los beneficios con muy poco trabajo. Algo parecido a lo que hacían productoras como Bangbros o Brazzers, que también servían de lanzadera para que algunas chicas monetizaran su popularidad, antes ofreciendo sus servicios sexuales como escorts, y a ahora vendiendo su contenido por Onlyfans.
La competencia es brutal, a día de hoy miles de chicas están haciendo de todo para escalar en los rankings de Pornhub y llegar al gran público. El nivel no hace más que subir. La principal diferencia es que ahora las chicas pueden grabar desde casa y ellas eligen a los chicos. Pero Purple Bitch ya ha rodado escenas de corte profesional en más de una ocasión, y también ha colaborado en varias ocasiones con otras actrices y actores.
Exprimiendo al friki
Está explotando la estética «anime» de todas formas posibles. Físicamente, aunque tiene un cuerpo bonito, no destaca entre las preciosidades que tanto abundan en el género amateur. Ella tenía muy claro por donde llevar su carrera para ganar lo máximo posible. Los frikis son los mejores clientes, esos chicos que han pasado media vida estudiando y matándose a pajas, ahora tienen buenos trabajos y ganan mucho dinero, esos chicos, hambrientos de atención femenina, y que nunca han visto una teta en la vida real, lo darán todo pidiendo muy poco.
Pero para triunfar, hace falta mucho más que eso. Le encanta grabar, no fuerza las situaciones, se nota que siente cómoda con lo que hace. Por supuesto, ofrece su culo, la demanda de este contenido es tan alta que las chicas que no lo hacen tienen que tener un físico de 10, o trabajar mucho otros aspectos como el arte mamatorio. Por si todo esto fuese poco, ha grabado varias dobles penetraciones, acercándose todavía más al porno industrial.
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Última actualización: 31/07/2024